Las primeras referencias conocidas sobre el puente se remontan al Catastro de Ensenada (1752); se trata de una mención indirecta que se refleja en las respuestas número 25, donde se incluye la reparación de puentes entre los gastos del común, y la número 17, donde se cita el molino de la Puente. El Diccionario de Madoz (1848) incluye una breve descripción sobre su aspecto general: …un puente de piedra de seis a siete varas de alto, con cinco ojos. En la actualidad, presenta una silueta apuntada, con fábrica de mampostería de piedra y mortero de cal, con los arcos y pretiles de ladrillo y sólo conserva cuatro ojos. El quinto pudo desaparecer en algún momento de fines del siglo XIX cuando, atendiendo a la memoria popular, se lo llevó el río un año de fuertes lluvias; la reparación se observa claramente en el lado oeste.
Tradicionalmente, la Puente era el único paso seco para comunicar las dos márgenes del río; aguas arriba y abajo, el cruce se llevaba a cabo a través de los vados.
El paraje de la Puente presenta un entorno paisajístico interesante, constituido, fundamentalmente, por las formaciones rocosas de pizarra en las que el río ha excavado su cauce. La vegetación está constituida por retamas y algunas aromáticas de poca altura, tomillos, arracada, almoroduje, etc. Al Norte de la corriente destacan las encinas.
Bibliografía:
-Cabrera, I. y Penas, E. (1998): Agudo. Una villa de la Encomienda Mayor de Calatrava. Ciudad Real.
-Catastro de Ensenada (1752). Archivo Histórico Provincial.
-Madoz, P. (1987): Diccionario geográfico-estadístico-histórico. Salamanca.